Medición del Punto de rocío en gases medicinales

Gas medicinal

Cómo minimizar el riesgo de Contaminación bacteriana

Las bacterias y los microorganismos pueden duplicarse potencialmente en número cada cuatro a veinte minutos. Si las condiciones facilitan esta reproducción acelerada, puede suponer un riesgo enorme en un entorno médico.

Las condiciones cálidas y húmedas hacen que estos contaminantes prosperen si existe una fuente de nutrientes, que se encuentran en el carbono, el nitrógeno, la humedad y algunos minerales. Un Medio Ambiente con pH neutro o ligeramente ácido también constituye un caldo de cultivo ideal.

Esto es de conocimiento general y ha impulsado la implantación de sistemas y procesos hospitalarios que minimizan el riesgo. Esto incluye la formación del personal médico en las medidas adecuadas de esterilización y descontaminación. 

No obstante, ningún proceso es 100 % eficaz para eliminar todo crecimiento bacteriano: por ejemplo, la presencia de humedad en una corriente de gas comprimido caliente. Por ello, la producción de gases médicos, ya sea suministrados en botellas o producidos in situ mediante sistemas de generación de gas, se controla rigurosamente. 

Entender los requisitos del gas medicinal

En Estados Unidos, la FDA (Food and Drugs Administration) considera que los gases medicinales comprimidos, incluidos el oxígeno, el nitrógeno, el dióxido de carbono y el helio, son productos farmacéuticos acabados; su fabricación está regulada por las CGMP (buenas prácticas de fabricación actuales). 

De forma similar, la Farmacopea Europea especifica una concentración de humedad máxima permitida de 67 ppm por volumen a -46 °C de punto de rocío, mientras que el Memorándum Técnico Sanitario HTM02 del Reino Unido establece que todos los gases medicinales deben controlarse continuamente en cuanto a contenido de humedad o punto de rocío. 

El gas médico más común es el aire respirable, que generalmente se clasifica en una de estas tres categorías: 

  • Aire comprimido: utilizado para la limpieza y el funcionamiento de equipos, algunos de los cuales pueden entrar en contacto con los pacientes.

  • Aire comprimido médico: utilizado con fines terapéuticos, y producido mediante un compresor exento de aceite, provisto de los filtros y equipos de tratamiento del aire adecuados

  • Aire medicinal sintético: también utilizado con fines terapéuticos en sustitución del aire atmosférico. Se compone de un 21% de oxígeno y un 79% de nitrógeno y suele utilizarse como portador de agentes anestésicos, para suministrar aire limpio a ventiladores e incubadoras y para alimentar equipos médicos accionados por aire, como los resucitadores. 

  • Aunque la presencia de bacterias en la primera de estas categorías -el aire comprimido- es quizás menos problemática en lo que respecta a la seguridad del paciente, sigue existiendo la posibilidad de que se produzcan problemas con el equipo: por ejemplo, corrosión u otros daños, y menor capacidad para limpiar y esterilizar de forma eficaz. Además, el vapor de agua podría contribuir a la corrosión o contaminación de los equipos posteriores. 

    El aire comprimido médico y el aire sintético presentan un mayor riesgo para la seguridad del paciente, ya que se utilizan con fines terapéuticos. Sin embargo, gran parte de la atención se centra en el control de la contaminación bacteriana, ya sea en el punto de producción o de uso. Por ejemplo, los respiradores y ventiladores se consideran una fuente potencial de contaminación bacteriana y se esterilizan en consecuencia, mientras que, como ya se ha dicho, los compresores utilizan filtros de tratamiento avanzado del aire y secadores para eliminar las partículas y el vapor de agua.   

    Sin embargo, a menudo se pasa por alto el hecho de que también pueden surgir problemas en las tuberías por las que circula el gas médico comprimido, especialmente si las juntas de las tuberías se han construido o sellado de forma incorrecta, ya que éstas forman trampas naturales para las bacterias en presencia incluso de pequeñas concentraciones de humedad. 

    Mantener una calidad óptima en los gases medicinales

    Aunque es esencial mantener las mejores prácticas en términos de esterilización y limpieza en cada área de pacientes, lo más importante es evitar desde el principio la proliferación de bacterias en los sistemas de aire respirable médico comprimido y sintético. Aquí es donde resulta fundamental el uso de medidores de punto de rocío e instrumentos de medición de la humedad tanto portátiles como en línea: el Higrómetro en línea Easidew Advanced proporciona una medición continua de la humedad en los sistemas de gas, mientras que el Higrómetro de punto de rocío portátil de alta velocidad MDM300 es un instrumento crítico para las comprobaciones puntuales en toda la red de producción, distribución y entrega de gases médicos. 

    La avanzada gama de instrumentos de Michell para la medición de la humedad y el punto de rocío en gases medicinales comprimidos es extensa y ampliamente utilizada por los principales hospitales de Inglaterra

    Para obtener más información sobre la humedad en gases medicinales, haga clic aquí.

    O consulte nuestro blog relacionado, Medición de la humedad en gases medicinales, para leer sobre los requisitos HTM del Reino Unido.

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    Fuentes:

    Gases medicinales de la FDA

    FDA CGMP




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