Dirigir o trabajar en un laboratorio clínico o de diagnóstico puede ser una función gratificante pero enormemente exigente. En el mejor de los casos se plantean retos comerciales y técnicos. Pero cuando se combinan las presiones económicas, de personal y normativas, estos retos pueden aumentar drásticamente.
En estos momentos, los directores, técnicos, analistas y científicos de los laboratorios están sometidos a más presión que nunca. Los presupuestos operativos están al límite, las cargas de trabajo aumentan, la contratación es difícil y los organismos reguladores están cada vez más atentos.
Por lo tanto, ¿cuáles son los cuatro retos principales?
Entonces, cuáles son los cuatro principales retos a los que creemos que se enfrentan hoy en día los laboratorios clínicos y de diagnóstico?
Los costes que supone para los sectores sanitario y médico el uso de laboratorios clínicos y de diagnóstico pueden ser relativamente bajos como porcentaje de los presupuestos sanitarios generales, pero el impacto de su trabajo en términos de investigación, ensayos clínicos y salud de los pacientes es considerable, ciertamente desproporcionado en relación con los costes que conlleva.
La importancia del trabajo de los laboratorios es una de las razones clave por las que están fuertemente regulados. Por ejemplo, las BPL (Buenas Prácticas de Laboratorio), las normas ISO 17025 y 15189 y la parte 11 del CFR 21 de la FDA exigen prácticas claramente definidas para diversos aspectos del funcionamiento de los laboratorios. Los objetivos clave son garantizar la conformidad, la trazabilidad y la reducción de riesgos.
La gestión de riesgos, en términos de equipos y sistemas, seguridad del personal e integridad de las pruebas, análisis o investigaciones que se llevan a cabo, es por tanto crucial. El reto es que el desarrollo, la aplicación y el control de los procedimientos de riesgo pueden llevar mucho tiempo, ser potencialmente costosos y, si los procesos de control fallan o producen resultados inexactos, el daño comercial y reputacional puede ser importante.
Un fallo en los procedimientos de gestión de riesgos también puede conducir al fracaso de una auditoría de laboratorio independiente, llevada a cabo, por ejemplo, en el marco de las BPL.
El fracaso de una auditoría también puede tener graves consecuencias. Puede dar lugar a pérdidas de trabajo y de ingresos, socavar la reputación, hacer perder tiempo y desviar recursos de personal y, en el peor de los casos, dar lugar a multas o a acciones judiciales.
El reto actual es garantizar que cada una de las auditorías se lleve a cabo en un laboratorio independiente.
El reto hoy en día es garantizar que cada laboratorio cumpla con sus requisitos reglamentarios, durante un periodo en el que la escasez de personal y los recortes de financiación están reduciendo el tiempo y los recursos disponibles para mantener procedimientos de vigilancia y control medioambiental regulares y adecuados.
Esto nos lleva claramente a los dos últimos retos:
3. Presiones de tiempo
4. Contratación y utilización del personal.
En muchos laboratorios clínicos y de diagnóstico se pierde una cantidad considerable de tiempo en mantener procesos de supervisión manuales; por ejemplo, el registro semanal de las temperaturas de los frigoríficos. Es un tiempo que el personal podría dedicar mejor a tareas más productivas que añadan valor a las operaciones del laboratorio y a los servicios prestados a los clientes.
Esta situación se ve agravada por las dificultades que tienen muchos laboratorios para contratar y retener personal cualificado. La revista Forbes informó recientemente de que en Estados Unidos y Canadá hay hasta 25.000 vacantes de profesionales de laboratorios médicos. Una situación similar puede encontrarse en otros países del mundo.
Quizás no haya una solución única, pero sí opciones sencillas. Evidentemente, una mayor automatización de los laboratorios es una forma de reducir la dependencia del personal y, al mismo tiempo, minimizar el riesgo de errores humanos que puedan dar lugar a auditorías. Un aspecto de esto es considerar sistemas inteligentes de monitorización medioambiental, que eliminan la necesidad de registro y análisis de datos manuales o semiautomatizados. Nuestras soluciones de monitorización en tiempo real PST, por ejemplo, son fáciles de instalar y utilizar, y proporcionan una gestión de datos precisa y en tiempo real para equipos de laboratorio críticos, como frigoríficos, incubadoras, autoclaves, almacenamiento criogénico, etcétera. Esto garantiza una trazabilidad total, ideal para fines de calidad y auditoría, mejora la productividad y libera recursos de personal para actividades que añaden valor real al laboratorio.
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Autor:
James Pickering, Director de Sistemas de Monitorización Medioambiental
Fuentes: Forbes
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