El entorno en el que puede producirse una explosión consta de tres elementos: la fuente de ignición (por ejemplo, la electricidad estática), el combustible (por ejemplo, un gas hidrocarburo) y el oxígeno, que debe estar a un nivel que permita la combustión de gases inflamables. La eliminación o el control de cualquiera de estos elementos impediría que se produjera una explosión.
SST vende miles de sensores de oxígeno al año en el mercado aeroespacial de la UE y EE.UU. para controlar el nivel de oxígeno en los depósitos de combustible de las aeronaves con el fin de reducir sustancialmente la posibilidad de que la electricidad estática de un rayo u otros sucesos enciendan los vapores de combustible en el depósito de una aeronave. Estos sistemas OBIGGS (On-board Inert Gas Generation Systems) se desarrollaron a raíz de la catástrofe del TWA800 en 1996.
Por este motivo, SST inició la comunicación entre los fabricantes de sistemas de gas inerte para la industria naval, ya que utilizan un proceso similar para mantener la atmósfera dentro de unos límites no explosivos. Para ello, es necesario comprobar y controlar el contenido de oxígeno y gas hidrocarburo en los tanques de combustible y carga.
La normativa exige que los buques de más de 20.000 TPM que transporten petróleo crudo, gases hidrocarburos o productos petrolíferos refinados tengan instalados sistemas de gas inerte. Sin embargo, el Subcomité de Protección contra Incendios de la Organización Marítima Internacional presentó al Comité de Seguridad Marítima un proyecto de enmiendas al Convenio SOLAS (Seguridad de la Vida Humana en el Mar) para que se aprueben y apliquen medidas de prevención de incendios y explosiones en petroleros y quimiqueros que transporten cargas de bajo punto de inflamación (menos de 60⁰C).
Las nuevas enmiendas a las reglas II-2/4.5.5 y II 2/16.3.3 de SOLAS, que entraron en vigor el 1 de enero de 2016, establecían que el sistema de gas inerte debía instalarse en todos los petroleros y quimiqueros nuevos de 8.000 TPM o más (cuando transporten cargas con un punto de inflamación bajo, inferior a 60⁰C).
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