En las plantas farmacéuticas modernas, muchos comprimidos requieren un recubrimiento antes de ser prensados. Estos recubrimientos suelen ser de naturaleza polimérica y polisacárida, y deben ser lo suficientemente resistentes y estables como para soportar la manipulación. La superficie y el acabado de los comprimidos deben ser lisos para que puedan tragarse fácilmente. El recubrimiento también ayuda a enmascarar cualquier sabor u olor desagradables asociados a los principios activos. Se añaden colorantes para mejorar su aspecto, y el recubrimiento permite estampar en el comprimido una marca identificativa del fabricante, requisito habitual de las autoridades reguladoras.
Los recubrimientos también son importantes en otras industrias, como la confitería, donde se componen de azúcar o aceite vegetal y se utilizan para sellar los núcleos más blandos de los caramelos.
El recubrimiento de comprimidos suele realizarse dentro de un tambor giratorio perforado. En el tambor hay deflectores en ángulo que, junto con el flujo de aire del interior, ayudan a mezclar el lecho de pastillas. Esto permite levantar y girar los comprimidos desde la periferia hacia el centro del tambor para garantizar que todas las superficies de los comprimidos se recubran de forma uniforme con el revestimiento pulverizado o depositado. La temperatura y el punto de rocío o la humedad relativa de la atmósfera dentro de este tambor giratorio deben estar estrechamente controlados para garantizar que el recubrimiento sea uniforme y tenga un aspecto liso.
Una vez aplicado el revestimiento, el secado del mismo se lleva a cabo haciendo pasar aire caliente a través del lecho de pastillas desde un ventilador. Este flujo de aire también requiere un control de la temperatura, la humedad y el volumen para garantizar un secado y una extracción controlados. La supervisión del punto de rocío tanto de la entrada como de la salida de este aire da una indicación del progreso del proceso de secado. Esto permite mantener el tiempo de secado al mínimo, reduciendo los costes generales del proceso de secado.
El conocimiento de la actividad del agua de los sólidos farmacéuticos (proteínas, fármacos y excipientes) es esencial para obtener una forma de dosificación sólida con propiedades químicas, físicas, microbianas y de vida útil óptimas. La actividad del agua (aw) influye en la estabilidad química, la estabilidad microbiana, las propiedades de flujo, la compactación, la dureza y la velocidad de disolución de las formas de dosificación de productos farmacéuticos, proteínas, biofármacos, nutracéuticos y fitoquímicos.
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