El proceso de maduración de las botellas y barricas de vino en las bodegas requiere unas condiciones climáticas cuidadosamente protegidas y estables en el tiempo. Es especialmente importante controlar la temperatura y la humedad del ambiente, creando un microclima ideal para botellas y barricas.
Las condiciones óptimas de temperatura deben estar entre 12 y 16 °C para los vinos tintos y entre 10 y 12 °C para los vinos blancos. En particular, es importante evitar los cambios bruscos de temperatura y las temperaturas demasiado altas o demasiado bajas.
La humedad debe mantenerse constantemente entre 70-80 %rh. Un aire con muy baja humedad es perjudicial para el vino porque favorece la evaporación incontrolada y la oxidación.
Además, el aire del interior de la bodega debe poder circular libremente: la medición de los niveles de dióxido de carbono (CO2) sirve para evaluar la calidad del aire y el grado de ventilación. Por último, también es necesario mantener el entorno protegido de la luz exterior; controlar los niveles de lux dentro de la bodega puede evitar el envejecimiento excesivo del vino inducido por la luz.
Gracias al sistema RMS, todos estos parámetros pueden controlarse simultáneamente de forma automática y continua. Los miniloggers RMS son la solución perfecta para monitorizar bodegas, aprovechando las características modulares del sistema.
Los propietarios y gerentes de las bodegas pueden revisar y gestionar fácilmente todos los factores críticos que tienen un impacto importante en el mantenimiento de las condiciones climáticas ideales de sus productos. La facilidad de acceso y la clara visibilidad de los datos garantizan la rápida adopción de medidas preventivas y correctivas para gestionar cualquier problema.
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