El uso de sistemas de generación de gas in situ ha aumentado espectacularmente en los últimos años. En particular, la aparición de las tecnologías de adsorción por cambio de presión (PSA), fibra hueca y membranas de intercambio iónico de alta eficiencia ha permitido a los usuarios finales generar gases especializados -nitrógeno, hidrógeno y oxígeno- a demanda y a costes competitivos. Y lo que es más importante, el uso de sistemas de generación de gas in situ libera a los usuarios finales de las limitaciones y los problemas medioambientales asociados a las entregas y el almacenamiento tradicionales a granel, así como de los problemas de salud y seguridad derivados de la manipulación de bombonas de gas.
Aunque la generación de gas in situ presenta ventajas evidentes, el creciente uso de estos sistemas ha puesto de manifiesto una serie de problemas potenciales; en particular, la necesidad de poder demostrar una calidad constante del gas.
A diferencia de los sistemas de gas a granel o embotellado, que se producen y suministran en condiciones estrictamente controladas y conllevan una garantía de calidad, la producción de los generadores de gas in situ viene determinada por las condiciones en las que funcionan y se controlan. Por tanto, la calidad del gas, definida por el nivel de contaminación por hidrocarburos, partículas o humedad, puede ser variable.
Esto puede no ser un problema importante en algunas aplicaciones industriales, pero, en la atención sanitaria o la fabricación avanzada, cualquier forma de contaminación tendrá graves consecuencias.
Los últimos sistemas de generación de gas incorporan filtros para eliminar el aceite y las partículas de la alimentación de aire comprimido. Sin embargo, no todos utilizan sensores de humedad para detectar la contaminación en el flujo de gas de salida de las unidades de secado. En consecuencia, es posible que la humedad se desplace aguas abajo hasta el punto de uso. En aplicaciones industriales, esto puede afectar a la calidad de la producción, mientras que en la asistencia sanitaria puede aumentar el potencial de crecimiento microbiano y, por tanto, el riesgo para los pacientes y las máquinas sofisticadas.
¡La ayuda está al alcance de la mano!
En nuestro 50º año de desarrollo y fabricación de sensores y analizadores avanzados de medición de humedad y punto de rocío de hidrocarburos, hemos lanzado un nuevo e innovador higrómetro portátil de punto de rocío a presión.
The Secador Easidew PDP Portátil está diseñado para su uso con sistemas de aire comprimido y gases especializados. Ayudará a los ingenieros de servicio, mantenimiento y producción a garantizar que la calidad del gas de las salidas de los secadores cumple exactamente los criterios exigidos para cada aplicación.
La nueva unidad tiene las siguientes características:
Las especificaciones técnicas incluyen un rango de medición del punto de rocío de -100 a +60 oCdp, a presiones de línea de hasta 20 barg y temperaturas de funcionamiento de -20 a +50 oC. La Precisión es de ±2 oCdp, con una rápida respuesta a las fluctuaciones en los niveles de humedad. El secador portátil Easidew PDP está certificado según la norma ISO 8573-1 y está disponible con una selección de sensores de humedad integrados de óxido metálico cerámico o de película gruesa, que proporcionan conformidad con la Clase 1-4 ó 2-4 respectivamente.
Al igual que todos nuestros sensores y analizadores, el nuevo portátil está respaldado por una completa gama de servicios de asistencia al cliente, entre ellos nuestro programa de calibración e intercambio de sensores.
El nuevo secador portátil Easidew PDP es un instrumento ideal para todos los ingenieros que trabajan en aplicaciones críticas, donde es esencial que la calidad del gas y el cumplimiento de las normas de seguridad más exigentes. El uso regular como parte de los procedimientos integrales de supervisión y control proporcionará una detección rápida y precisa de los cambios en los niveles de humedad traza, lo que permite realizar ajustes inmediatos en el funcionamiento del secador.
El nuevo portátil no sólo ahorrará tiempo y mejorará la eficacia del secador, sino que también proporcionará un registro de auditoría detallado, para una total trazabilidad y tranquilidad.
Si desea hablar de sus necesidades, póngase en contacto con nuestro equipo hoy mismo.
ISO 8573-1 es la norma que regula la calidad -o los niveles de contaminación- del aire comprimido. Cada vez más, dado que el aire comprimido y los generadores de gas especializados comparten similitudes en lo que respecta al secado de gases, la norma se utiliza para medir el rendimiento de los secadores como medio de controlar la calidad de gases como el nitrógeno, el oxígeno y el hidrógeno.
La norma ISO 8573-1 especifica diez clases de pureza, basadas en los niveles de aceite, partículas y humedad. De ellas, las seis primeras se refieren a la contaminación por trazas de humedad, y de la uno a la cuatro son las más utilizadas para los sistemas de secado de gases.
El punto de rocío a presión para cada uno se especifica como:
El término "punto de rocío a presión" se refiere simplemente a la humedad de un gas sometido a una presión superior a la atmosférica. Para saber cómo calcular el punto de rocío a presión click here.
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